Juan Carlos Calabró murió el 5 de Noviembre del 2013 pero dejó una carrera de más de 50 años.
Cada uno puede tener su personaje favorito, Pepe Parlada (representante artístico) San Pirulo (padre de Borromeo) Amilcar (el plomo de las reuniones) Máximo Rigor, (presidente del club de fútbol Deportivo Gamberro) Rómulo, Jonny Tolengo (el Majestuoso) Aníbal (un pelotazo en contra) o Renato (El Contra) solo por citar.
Cuando un actor muere se suele recordar diciendo solo cosas buenas, pero Juan Carlos Calabró tenía seguidores y detractores aun entre los colegas, no voy a dar nombres, pero se de varios que no lo pasaron bien trabajando con el humorista, algunos lo querían mucho y otros estaban en Contra.
El Contra, su personaje más perdurable, dio sus primeros pasos en Telecómicos, allá por 1962, aunque aun no se llamaba Rento y el scketch era “El Admirador” era básicamente un insoportable.
El Contra tomó forma definitiva en 1973 en el programa El Chupete y el partenaire de Calabró era el querido Marcos Zucker,
la dupla se mantuvo varios años y en 1978 debuta como scketch fijo en La vida en Calabromas por Canal 11, en 1980 se muda a ATC todavía con Zucker en su ultimo año de El Contra.
Ya con el definitivo nombre de Calabromas, en 1981 el partenaire pasa a ser el periodista y animador Fernando Bravo.
En 1982 Calabró se incorpora a Operación Jaja y comienza a participar de El Contra con Gerardo Sofovich como partenaire, alcanzando a mi modesto entender, el mejor ritmo con un Sofovich excelente en su contrapunto.
Calabromas triunfaba en Canal 13, pero Renato y El Contra formaban parte de Operación Jaja en 1983 y 1984.
En 1987 El Contra vuelve con programa casi propio “El Contra y El Hijo de Don Mateo” los miércoles por Canal 13.
En 1989 Calabró, que ya estaba en canal 9 con un devaluado Calabromas, debuta en la era Romay con Toda Estella tiene Contra, esta vez con Antonio Carrizo como partenaire, el ultimo y más flojo de los contrapuntos que tuvo Renato. Juan Carlos Calabró quería como partenaire a Silvio Soldán, pero Romay no quiso saber nada,
recordemos que Soldán tenía Feliz Domingo y Grandes Valores, entonces a Calabró no le quedó más remedio que aceptar a Carrizo, excelente profesional, pero un poco tentado y menos efectivo para la esencia del scketch, que dicho sea de paso, agotaba en formato de programa de una hora.
Calabró intentó sin “Fortuna” resucitar a Renato en un programa de Ricardo Fort, pero el resultado con Fort de partenaire fue desastroso y solo duró una olvidable emisión.
