Gran persona, gran amigo, el mejor comediante en muchos años, una de las personas más elegantes del ambiente, un porteño con todas las letras, todo eso y mucho más era Don Osvaldo Miranda.
Tal vez el ultimo monstruo sagrado de la época de oro del espectáculo argentino, Don Osvaldo Miranda se fue de Gira y seguramente allá donde se está formando el mejor de los elencos lo habrá recibido su gran amigo Discepolín, a quién Miranda le sostuvo la mano mientras daba su ultimo suspiro, seguramente se habrán fundido en un abrazo y Discépolo le habrá preguntado “Te acordas hermano de aquel punto de la boite?”
Anécdota: En una boite de Punta del este se encontraban Discepolo y Tania y Miranda y su mujer, mientras Miranda y Discépolo conversaban, se acerca un tipo con algunas copas de más, les tira papel picado, hace sonar una matraca peligrosamente cerca de sus caras mientras al mismo tiempo soplaba una corneta, dos veces le pidieron de muy buen modo que tenga a bien retirase, cuando el molesto personaje se acercó por tercera vez, Miranda desbordado se levanto par pegarle y Discepolo lo frena tomándole de la manga y diciéndole “Dejalo, no ves que el señor se acaba de recibir de pelotudo y lo está festejando”
Como decís vos...Tal vez el ultimo monstruo sagrado de la época de oro del espectáculo argentino.
ResponderEliminarLa anécdota, el festejo!! que grande.
Los ángeles disfrutan de la buena gente.